Es una radiografía del estado de salud de nuestra organización, valorando todos sus componentes esenciales.
En nuestra vida cotidiana sabemos que es básico tener un buen diagnóstico de nuestras enfermedades para curarlas. Sin embargo, cuando se trata de nuestra organización, rara vez nos tomamos el trabajo de realizar una serie de análisis y pruebas sistemáticas que pueden darnos una idea fiel de lo que está ocurriendo.
Si no sabemos cuál es la realidad organizativa de nuestra entidad, difícilmente podremos mejorarla y tomar las decisiones adecuadas.
Integramos áreas de conocimiento
normalmente desligadas entre sí, como son las de recursos humanos y comunicación, tecnología y procesos productivos.
Nos enfocamos en la escucha y comprensión real
de los problemas del cliente.
Facilitamos soluciones, pero no prescribimos dando recetas únicas.
