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Jornada sobre RSC organizada por Cruz Roja | Las Palmas 2018

Ha finalizado la Jornada sobre Responsabilidad Social Corporativa organizada hoy por Cruz Roja en Las Palmas de Gran Canaria. El balance de la Jornada es sumamente positivo, habiéndose tratado distintas facetas de la RSC a las que se enfrentan tanto PYMEs, como ONGs, y la Administración Pública. La inauguración, a cargo de Juan Lorenzo Campos, Presidente de Cruz Roja en Las Palmas, y Juan Carlos Betancor, Secretario General de FEMEPA, planteaba las líneas de actuación tanto de la ONG como de la Federación.

Puntos Clave de la Jornada

  • La sostenibilidad y la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) son el nuevo motor que mueve el mundo, y cada vez se está fomentando y exigiendo más a nivel institucional.

  • Las PYMEs, por sus características, y en contra de lo que se cree, tienen facilidad para actuar de forma responsable, y tan solo necesitan volverse conscientes de ello para poder actuar con mayor rigor.

  • La RSC empieza con los valores éticos y morales del empresario, que, después, los traslada a su estilo de gestión, logrando un comportamiento responsable congruente en todas las facetas de su persona y actividad.

  • La RSC supone un esfuerzo menor y un beneficio mayor al que se piensa. De hecho, el no actuar de forma responsable puede perjudicar mucho más a la empresa.

  • El replanteamiento de “cómo se hacen las cosas” permite a la PYME encontrar soluciones a problemas sociales y ecológicos que produce o que existen en su entorno, a la vez que sigue generando beneficios económicos para su supervivencia y crecimiento.

 

Mesa 1: Definición y buenas prácticas con la RSC

En la Mesa 1, dedicada a la definición y buenas prácticas con la RSC, intervinieron Carlos Padrón (Socio asesor de EBV Consulting&Learning), Nayra Monzón (Consultora experta en ética y RSE), Borja Monreal (Director de SIC4Change) y José Luis Echevarría (Director de Limonium Canarias).

Las aportaciones del Socio asesor de EBV Consulting&Learning, Carlos Padrón, se centraron en destacar la dificultad de las PYMEs para aplicar la RSC en un entorno en el que están enfocadas a la supervivencia, perdiendo la posibilidad de dedicar tiempo a la planificación estratégica, tan necesaria en un planteamiento integrador de la RSC. La vulnerabilidad de estas entidades es su talón de Aquiles, y lo que hace que estén constantemente enfocadas a la producción, dejando de lado el establecimiento de objetivos o de un sistema de gestión que permita un mayor desarrollo y crecimiento económico. Además, subrayaba que, si bien la RSC es en parte una moda por los beneficios de imagen que reporta, existe una gran hipocresía detrás de muchas fachadas de “empresa responsable”. No obstante, hizo hincapié en que ya hay empresarios que abogan por la RSC como parte de su núcleo y misión, y que no disocian su actividad del impacto positivo que pueden tener a nivel económico, ambiental y social.

La consultora Nayra Monzón quiso resaltar la crisis económica y estructural que hace de Canarias una región tan vulnerable, y donde la responsabilidad y sostenibilidad están muy poco presentes, pero son muy necesarias. Señalaba que la RSC empezaba por la propia consciencia ética del Consejo de Administración, quién debe interiorizar los valores de la RSC y dar el ejemplo, y les dejaba una reflexión: “¿Qué no estás ganando por no ser responsable?”. Estos valores, y el compromiso con la transparencia y la coherencia, son lo que genera luego una lealtad corporativa en los trabajadores, que empiezan a creer en la empresa e involucrarse en mayor medida, logrando a su vez fomentar la RSC y comunicarla mejor. Además, resaltó que las personas están dispuestas a invertir un porcentaje más en la compra de un producto o servicio si éste proviene de una empresa responsable, y que el poder de las redes sociales hoy en día es tan elevado que puede perjudicar gravemente la reputación de una empresa que no actúe responsablemente.

El director de SIC4Change, Borja Monreal, habló de concienciar al empresariado sobre qué estaría dispuesto a “dejar de ganar” para poder mejorar su relación con los stakeholders, subrayando que ese sacrificio era en realidad mínimo. Señaló, asimismo, la necesidad de que el entorno institucional, político, económico y fiscal pudiera fomentar la adopción de comportamientos responsables a través de incentivos económico-fiscales y cláusulas de contratación específicas. Sobre las organizaciones no participadas, como son la gran mayoría que conforma el tejido empresarial nacional y local, y que en su mayoría tienen la estructura de PYME, comentó que son las entidades que mayor impacto pueden tener por su relación cercana con todos los stakeholders. Los vínculos con el territorio que tienen las PYMEs les permiten estar constantemente en contacto con los grupos de interés, puesto que éstos se localizan en el entorno directo de la organización. De hecho, las PYMEs ya están haciendo RSC, aunque las mismas no se den cuenta de ello. Según él, “en las PYMEs hay más RSC de la que se habla, y en las grandes empresas se habla más de la que hay”.

José Luis Echevarría, fundador de la empresa Limonium, pionera en la implantación del Balance del Bien Común (dentro del marco de la Economía del Bien Común), resaltaba que, para él, la RSC no había resultado un esfuerzo, sino que la aplicaban como parte de los principios y valores éticos del propio empresario y de sus trabajadores. Este compromiso con la RSC tan sólo responde a la adaptación necesaria a las nuevas tendencias, donde la sostenibilidad es el factor clave de actuación en un mundo donde los recursos son limitados y donde, incluso, se ha rebasado ya la capacidad de generar recursos del planeta. En este sentido, la RSC surge como medicamento a la “irresponsabilidad estándar” que existe entre el empresariado desde hace años. Señaló, asimismo, que existen trabas de mentalidad no sólo en los propios empresarios, sino en los clientes y los trabajadores: los clientes muchas veces valorando más el factor del precio del producto o servicio, y los empleados valorando a veces más la cuantía del salario que las condiciones de trabajo que tienen.

 

Mesa 2: Ejemplos de empresas con RSC

En esta mesa debatieron Irina León (Responsable de Innovación y RSC de FEMEPA), Noelia Curbelo (Jefa de Relaciones Institucionales y Comunicaciones de BINTER), Enrique Hernández (Director de ECOBRISAS) y José Suárez (Responsable de captación de fondos en Cruz Roja Las Palmas). Los distintos ponentes intervinieron presentando el caso de cómo se aplica la RSC en sus empresas, y comentando los beneficios que han experimentado con la misma.

Para José Suárez, el hecho de que Cruz Roja sea una ONG ya le confiere el rango de entidad responsable, y su rol en la inserción laboral de personas en colectivos en riesgo de exclusión supone un apoyo, tanto a las instituciones de empleo como a la sociedad, que no puede ser ignorado. Comentaba que la dificultad de las empresas para practicar la responsabilidad social corporativa y para colaborar con ONGs radicaba en que las PYMEs debían centrarse tanto en la propia producción y en el control de costes que no podían atender otras problemáticas.

La Responsable de Innovación de FEMEPA, Irina León, señaló que es necesaria la cohesión social de las empresas con su entorno, y que, en el caso de la Federación, la actividad social ya formaba parte de la propia naturaleza de la entidad. Las actividades que desarrolla FEMEPA en línea con la responsabilidad social son el fomento de la competitividad de las PYMEs asociadas, la innovación en el sector, la internacionalización de las PYMEs y la formación a empleados y desempleados. De cara a enfocar más su actividad y caminar hacia una verdadera integración de la RSC, FEMEPA dejó de trabajar de forma reactiva, para hacerlo de forma proactiva, implantando un Sistema de Gestión de la Calidad y el Modelo EFQM de Excelencia. Con ello, se han enfocado los esfuerzos a sistematizar las actuaciones, para así poder llevar un mayor control sobre las inversiones realizadas y los resultados obtenidos, pudiendo asimismo comunicar de forma más consistente la actuación de la Federación. Hoy en día desarrollan una serie de proyectos de colaboración, formación e innovación, entre otros, que se juntan con las iniciativas de filantropía para conformar todo un rango de actuación que fomenta y alimenta la responsabilidad social corporativa.

Noelia Curbelo, en representación de la empresa BINTER, comentaba que existía primero un aliento personal y luego un aliento profesional (dentro de la empresa) para aplicar la responsabilidad social. En este sentido, la RSC debe comenzar por uno mismo, con la superación personal y la definición de unos valores éticos consistentes, para luego impregnar a la empresa. Incitaba a que todo tipo de organización, incluidas las PYMEs, debía actuar, para que la RSC no caiga como algo anecdótico y pueda conllevar un avance real hacia la sostenibilidad de toda la sociedad. La estrategia de BINTER en RSC pasa por actuar en sus propios campos de actividad: tarifas de vuelo según el colectivo del que se trate, compra de aviones con criterios ambientales, transporte de sangre entre islas, … Como beneficios de este comportamiento responsable, destacaba el mayor compromiso de los empleados con la sociedad (en particular a través del voluntariado), el atraer talento, y el conseguir inversores con mayor facilidad.

El Director de ECOBRISAS, Enrique Hernández, compartió su experiencia en la gestión sostenible de los residuos de su empresa. Contactaron con un gestor de residuos no peligrosos autorizado, que, habiendo asegurado a la empresa que se reciclarían sus residuos, había terminado llevando los mismos a un vertedero. Sintiendo preocupación por que los residuos de su entidad fueran amontonándose en vertederos en vez de ser reciclados, la empresa buscó una solución para poder reintroducir dichos residuos en el ciclo productivo. Lograron encontrar un gestor de residuos que se encargaba de transformar estos deshechos en materia prima reutilizable, contribuyendo con ello a la economía circular. Esta iniciativa por parte de ECOBRISAS no surgió como parte de un plan de RSC, sino como la propia convicción del empresario de que quería “hacer las cosas bien”. Con ello se ejemplifica cómo es posible actuar de forma responsable y sostenible, simplemente re-ideando la forma de hacer las cosas, y siendo fiel a las propias convicciones éticas y morales sobre el cuidado de la sociedad y del medioambiente.

Como punto final a la jornada, el Comisionado de Inclusión Social y Lucha contra la Pobreza del Gobierno de Canarias, Santiago Rodríguez, comentó las iniciativas que se llevan a cabo desde la propia Administración Pública, y los retos a los que hace frente. Recalcó el rol del Gobierno de Canarias en el fomento de la RSC, principalmente a través de programas de inclusión social, programas de empleo, la Red Canaria de RSE, y la implantación de cláusulas sociales en la contratación pública, de obligatoriedad legal para todas las entidades públicas del país. Hizo hincapié en el rol de las empresas y las PYMEs en el fomento de la RSC en todos los ámbitos, y la necesidad de una mayor actuación por parte de las instituciones públicas para promover la actuación responsable de todos los participantes de la sociedad.


En EBV trabajamos con un objetivo común: mejorar la calidad y excelencia de las empresas y de los profesionales, a la vez que eso impacta en el resto de la sociedad. Como servicio ofrecemos asesoramiento en RSC y Sostenibilidad, con una visión estratégica de las mismas que permita acceder a unos beneficios económicos, sociales y ambientales esenciales tanto para la empresa como para su entorno.