De la investigación se dedujo que existía un malestar polarizado en los técnicos responsables de fijar las pautas para la terapia de las personas que acudían al centro de rehabilitación buscando tratamiento para sus adicciones.
El problema detectado consistía en la discrepancia generalizada que este grupo de técnicos mantenía con la Dirección del centro.
La discrepancia consistía en el diferente concepto que sobre las funciones de la Dirección y de los técnicos mantenía este colectivo de técnicos con la Dirección. Según los técnicos, la Dirección se extralimitaba en sus funciones generales de dirección y organización, entrando en temas específicos de enfoque de los problemas de los pacientes y su tratamiento, lo que consideraban una intromisión profesional que afectaba a la calidad del servicio.
El problema venía agravado por la inexistencia de una Dirección Técnica en las funciones y responsabilidades de la organización y por la falta de cualificación académica en el área técnica por parte de la Dirección General.
Se sugirió clarificar en el organigrama las funciones de la Alta Dirección y nombrar a un técnico competente responsable de coordinar y dirigir el área técnica.
Las soluciones sugeridas se implantaron y resolvieron el problema identificado como de comunicación a nivel de Dirección y de clarificación en la organización de las funciones y responsabilidades.